viernes, 5 de febrero de 2016

Segundo Estado

I.

La humanidad que colisiona consigo misma,
la libertad una estatua donde cagan las palomas.
Exhalo sílabas, con el alma en situación de calle,
sobrevivir la costumbre de perderme entre las personas.

Nunca estoy tan desnuda como cuando escribo,
como cuando me muero dentro de un sonido.
Aunque sólo crea en mi música y en mis libros,
aunque castigue constantemente a quien he sido.

Escucho música para no matarme, a veces también
dejo que alguna canción me arruine la vida.
La poesía está en todos lados, pero no todo es poesía.
Quinta essentia, detrás del lente toda la vida.


II.

Encuentro dentro lo que llevaba encima:
el alma inundada de guerra y de poesía
Párrafos asesinos, signos de puntuación,
sujeto tácito y acción, la sangre tibia todavía.

Inmensos, fuertes e irreverentes
todos los sueños que dejó de soñar la gente:
las promesas que hicieron un día,
la tinta seca de melancolía.

Si soltar los alambres de toda esta locura
es comprender que la prensa del alma no tiene censura
¿La experiencia en homicidio o la crónica insegura?
Apunta el arma, dispara la pluma.

Amar sin compromiso, como imanes sin magnetismo...
la locura nos va a salvar a todos de nosotros mismos.
Dejaré de ser poeta cuando tenga mis maletas
echadas a rodar por sus abismos.


III.

Tengo algunos versos tatuados en la memoria, y algunos otros en la piel.
Como Cortázar: como todo lo que no hubiera escrito si no fuera por él.
Si todos tenemos un precio, el mío es un verso:
guerra noble de plumas, y no de armas de fuego.
Oficial, sus balas son de goma, pero mis ideas son de acero,
cuando lloro en silencio porque a mi raza la está extinguiendo el ego.
Si digo lo que pienso es porque lo que pienso es lo único que soy, y es lo único que tengo.
Vinieron al mundo a ser felices, yo a dejar algo para el resto.
El alma sensible, las ideas firmes. El tiempo corto y la mente libre.
De tanto creer en Dios se van a pudrir en el infierno,
yo no confío en los espíritus porque mi ángel está en silencio.
Geometría sagrada, sus vidas una línea eterna.
Mi mensaje no es de paz, mi mensaje es una guerra.
Y así se ofendan los cobardes,
mi carne es débil, pero mi alma es inquebrantable.

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