- Bah -dije, apoyando la cuchara en la mesa mientras el vapor del té se me escondía en la nariz-. De todas formas, nadie sabe qué es el amor. O no quieren saberlo, o se hacen los boludos. Algo de ignorancia inventada hay ahí.
- Yo sí sé lo que es el amor. Los libros son el amor. La tinta besando los renglones es el amor. Las armonías musicales son el amor. Sabés -hice una pausa de decepción ante lo que acababa de descubrir-, yo creo que el amor no somos nosotros, no está en las personas. El amor es algo que estaba ahí desde antes y vinimos a querer poseerlo, a querer interrumpirlo, a tenerlo dentro nuestro. Eso es el amor, querer ser una poesía y no ser más que un triste ser humano.
Como escribio Fogwill, el escritor argentino en su ganadora "muchacha punk" : En diciembre de 1978 hice el amor con una muchacha punk. Decir "hice el amor" es un decir, porque el amor ya estaba hecho antes de mi llegada a Londres y aquello que ella y yo hicimos, ese montón de cosas que "hicimos" ella y yo, no eran el amor y ni siquiera –me atrevería hoy a demostrarlo–, eran un amor: eran eso y sólo eso eran. Lo que interesa en esta historia es que la muchacha punk y yo nos "acostamos juntos".
ResponderEliminarEl amor nos coje, solo somos sus titeres cuando él o élla necesita un poco de humor. El amor necesita de los animales para decir : Hey, aqui estoy!.