Hablar, o la forma que tienen las palabras para escabullirse entre los pliegos del aire; aquella poesía compuesta de los silencios acumulados entre cada pronunciación. Es alquimia, o tal vez la eternidad ilusoria de las sobresdrújulas venga a buscarnos algún día, nos encierre en sus palacios atemporales.
Acaso no es eso una sílaba, tan sólo un fragmento, alguna otra forma de existir aquí donde las hojas corren... No me siento en ningún lugar sin mis palabras, quizás no exista, no sea, no trascienda. Mi cobijo y sinónimo de la vida. Mi otra suerte.
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